INCINERADORA Y SALUD

Jose Cruz Ruiz Villandiego
médico
Miembro del Grupo de Estudios Incineración y Salud

Hace poco más de 6 meses se publicó un artículo titulado Incineradora y Prevención Médica. Por aquel entonces empezaba a trabajar un grupo de médicos que, con los datos científicos encontrados en una primera revisión bibliográfica, elaboramos un manifiesto que alertaba a la población y a las Instituciones del riesgo que supone construir una incineradora en proximidad a Colegios y Núcleos de población, como sucede en Txingudi y ahora también en Donosti.

Ese escrito provocó la entrada en escena de la Sanidad institucional: Dirección de Salud del Gobierno Vasco tildó de alarmistas e irresponsables a los mas de 500 profesionales de la Salud, entre especialistas, médicos de familia, jefes de servicio, enfermeras y técnicos, que firmaron aquel manifiesto. De esa manera, la Dirección de Salud daba carta blanca para la construcción de la Incineradora de Txingudi, y cualquier otra que se quisiera construir en Guipúzcoa, alegando que las enfermedades provocadas por una incineradora, eran siempre consecuencia de incineradoras antiguas o de modernas que no controlan bien sus emisiones. Presionaban al Colegio de médicos para que sancionara a los médicos que se atrevían a cuestionar la versión del Régimen y fomentaban folletos y anuncios, realizados por la gerencia de Servicios de Txingudi (promotor de la primera Incineradora), denostando la profesionalidad de los médicos que presentábamos informes y razones para abandonar ese tipo de tratamiento de las basuras.

Creo que, al principio, pensaban que nuestra oposición se limitaría a aquel manifiesto y, como suele ser habitual, por nuestra aburguesada pasividad, eso de ser militantes activos en contra del poder sólo seria mantenido por los ya conocidos grupos del “no a todo”. Además, la profesión médica, en su mayoría, es funcionaria y nunca querrán enfrentarse con los que les firman su sueldo (hay que reconocer que este punto retiró a muchos del escenario por temor a represalias).

No creían que los argumentos los defendiéramos con tanta fuerza como para escribir artículos, realizar ruedas de prensa, promover charlas y debates y además recurrir al Ararteko antes que muchas plataformas ciudadanas; ni creman que pudiera existir un Simposium de categoría nacional dedicado a la Incineración con profesionales médicos de reconocido prestigio internacional, que argumentan sin estar afectados por la vecindad a una incineradora, sin cheques de viaje, y en la sede de la entidad médica mas importante en Guipúzcoa, el Colegio Oficial de médicos, (lugar donde se presentan las dudas y reclamaciones de todas las personas y se resuelven los conflictos que surgen desde el ámbito médico, que no político).
La Diputación y otras instituciones guipuzcoanas han creído que basta con traer “sabios” o “expertos”, a golpe de talonario, para tener toda la razón. Incluso buscaran algún científico que sin ningún debate aporte su bendición a la “moderna” industria incineradora a través de sendas páginas en los principales diarios y televisión. Pero no quieren saber nada de contrastar sus datos y consignas dentro de los foros médicos habituales.

El Comité Organizador del Simposium Incineración y Salud no encontró médico o grupo científico que defendiera la bondad de las incineradoras de basuras, solo la Dirección de Salud del Gobierno Vasco se mostraba competente para hacerlo; se les invitó y se les cedió un espacio libre para su exposición, con un publico nada sospechoso por su posicionamiento Y allí no quisieron estar los que tienen la responsabilidad institucional de nuestra Salud, la Dirección de Salud del Gobierno Vasco, porque consideraban que “el foro no era constructivo” para sus intereses. Quizás no sepan que nosotros, como médicos opuestos a las incineradoras, hemos acudido a las Jornadas de Ficoba de los Servicios Txingudi, a las Juntas de Guipúzcoa, a la Diputación y al Consistorio de Irún cuando nos han invitado (no siendo foros favorables a nuestras tesis) sabiendo que su foto final seria: somos demócratas, escuchamos a todos y hacemos lo que nos parece porque para eso nos votaron.
Un Simposium donde estaba un miembro de la OMS, un miembro del Centro Superior de Investigaciones Científicas, un Catedrático de la Clínica Universitaria de Navarra y una Presidenta de la Sociedad Española de Medicina General. Presentaron ponencias donde se explicaron las carencias de la investigación medioambiental, se alertó sobre el efecto persistente y transgeneracional de muchos de los tóxicos de las incineradoras, se llamó la atención sobre los sectores de la población mas vulnerables a la contaminación por las incineradoras, se insistió en la necesidad de limitar y disminuir las emisiones tóxicas, se aportaron datos como el de que más de 40 millones de muertes en el planeta se evitarían solo con decisiones políticas, se presentaron trabajos que evidencian riesgos a mas de 5 Km. de distancia del entorno de una incineradora moderna , se habló de la mortalidad inmediata y diferida producida por la contaminación, se insistió en que hay más patologías, además del cáncer, como riesgo en la salud por proximidad a las incineradoras, se habló del NO2 y del NO, del CO2, de los gases sulfurosos, de las micropartículas, de los metales pesados, de los elementos desconocidos y de las dioxinas y furanos, de las dificultades que tiene la técnica para su medición, del riesgo de contaminación masiva en caso de fugas o accidentes . Hubo, además de médicos, publico de otros ámbitos sociales, algún político e incluso alcalde interesado por informarse más allá de los folletos que elaboran los ingenieros de estas incineradoras, pero faltaron los máximos responsables guipuzcoanos de esta situación. Hubo muchas preguntas en el coloquio final de las dos jornadas, pero destacaría la que hizo un baserritarra que vivía y cultivaba en el área de Txingudi, il preguntó qué debía hacer si le construían la incineradora a menos de 1000 metros, la respuesta fue contundente: sus productos se contaminaran, usted lo respirara y usted debe pensar si tiene que seguir allí .

Sinceramente, me asusta e impresiona la falta de interés, por parte de nuestros políticos, para contrastar y debatir la información que han recibido de una Dirección de Salud involucrada políticamente, me escandaliza la ausencia del Departamento de Sanidad en un foro médico donde tengan su espacio y oportunidad de demostrar científicamente sus tesis; pero lo que es peor es la persistencia de políticos y técnicos en seguir para adelante con este proyecto sin ni siquiera dignarse a establecer una reflexión o debate alegando que todo esta ya informado y discutido (Dios Santo!! ?Donde vive esta gente?). Todo esto me hace pensar en que no actúan de manera altruista o inocente sino que están sujetos a intereses espúreos muy fuertes (económicos, políticos, o yo que se....)

Y es que no saben que cuando alguien grita “!por favor, no me pongan una incineradora de basura!” ésa persona no lo hace sólo por protestar contra la injusta distribución del “mal menor” sino que es porque tiene miedo a que su hija engendre un niño con malformaciones, que su familia sufra algún caso de cáncer, o que empeore su calidad de vida por tener alteraciones hormonales, alergias o cientos de cosas más que con una incineradora le amenazan. Es algo muy vital y básico. Es el instinto de supervivencia. Es nuestro llamamiento a la prevención y a la precaución: No queremos que la Comarca de Bidasoa-Oarsoaldea y la de Donostialdea (y en definitiva, cualquier rincón de Guipúzcoa), en especial nuestros hijos, sean el referente de estudios de incidencia de cáncer y otras patologías, para ser mostrados en Congresos y foros médicos de otras partes del mundo, como consecuencia de tener una incineradora de basuras en proximidad.

Nota:

Más información sobre Txingudi bizirik

http://perso.wanadoo.es/eurokeria/