José Cruz Ruiz Villandiego, Jefe del Servicio
de Estomatología de la Clínica Quirós en San Sebastián, y
Rafael Tejidor, Director del Hospital Universitario de Alta
Resolución de Valdecilla, han acudido este sábado 26 de febrero,
a solidarizarse con Bernardo García y Alberto Saínz y a apoyar
la huelga de hambre que están llevando a cabo contra la
incineración de residuos tóxicos en cementos ALFA.
Ambos han hecho saber su total oposición a la
incineración como forma de gestionar los residuos, tanto por sus
contrapartidas ambientales como sanitarias, y han manifestado las
siguientes consideraciones respecto a la incineración de
residuos:
“Reivindicamos la opinión médica en las
decisiones que afectarán a la población. La Ingeniería, la Química
y, al final, las Instituciones Públicas sólo alertan cuando
aparecen muertes o repetidas evidencias. Nuestra labor, como
profesionales de la salud, es asegurar la mayor calidad de vida y
reducir los riesgos.
La incineración de residuos desplaza, al aire
que respiramos, las basuras y los tóxicos que entran en sus
hornos, haciéndolos más peligrosos por la volatilización y
nuevas composiciones químicas. Las patologías aparecen hasta
varios años después de contactar con esos tóxicos, siendo los
niños la población más vulnerable. Gases, metales pesados,
dioxinas, furanos, micropartículas y numerosos elementos
desconocidos, tienen un largo historial de enfermedades y
deterioro de la salud de la población que está en contacto con
ellos.
Denunciamos la falta de escrúpulos de las
personas e institciones qu exponene a la población a ser
conejillos de Indias de una tecnología que emite los mismos tóxicos
que han demostrado riesgos y patologías hasta la fecha actual.
La tecnología actual, por muy moderna que nos
la venda (argumentos repetidos hace 20, 30 y 40 años) sigue
siendo incapaz de controlar e incluso medir y conocer muchos de
los elementos que se emiten por la chimenea de una incineradora.
No se debería citar la incineración de
residuos como una alternativa más, de la misma forma que hay
soluciones que no se consideran en delincuencia, educación,
prestación sanitaria. La incineración es una forma industrial
que deja nuestra salud al azar de la dirección del viento y la
fortuna de que no ocurran fugas o accidentes.”
Recordar que hace unos meses, más de 96
sanitarios y profesores de la Universidad de Cantabria, firmaron
un manifiesto en el que se oponían a la incineración de residuos
tóxicos.