Como alcalde del Ayuntamiento de Valdeolea, deseo hacer algunos comentarios sobre la actitud de ciertos alcaldes de otros municipios de la comarca, tanto cántabros como palentinos, hacia el proyecto que está tramitando Cementos Alfa para modernizar su instalación de Mataporquera.

El Ayuntamiento de Valdeolea aprobó en pleno por unanimidad una Declaración Institucional en la que dejó bien claro que, hasta que se pronunciaran las administraciones competentes y tomasen sus resoluciones, nosotros no nos íbamos a definir ni a favor ni en contra del proyecto empresarial. Esta posición razonable y prudente de nuestro Ayuntamiento contrasta con la frivolidad de algunos otros, que, no siendo en sus términos municipales el desarrollo del proyecto, parecen mostrar escasísimo interés por un análisis serio de la realidad.

No se entiende en absoluto, desde una óptica de sensatez institucional, la actitud del alcalde de Reinosa, que ha ofrecido el balcón de su Casa Consistorial para colgar pancartas contra el proyecto de Cementos Alfa, que se pone al frente de las manifestaciones y que, sin rubor, declara que Campoo es una comarca turística y que hay que apostar por el turismo.

Y no se entiende porque, antes de valorar desde la ignorancia un proyecto empresarial de Valdeolea, este señor debiera asegurarse del desarrollo sostenible de la industria de su propio municipio, Reinosa. Pues no hay duda que, por actividad industrial, económica y urbana, Reinosa es el principal foco contaminante de nuestra comarca. Por tanto, arregle primero lo suyo, que no lo tiene arreglado, y luego opine sobre lo que los demás.

Otro tanto cabe decir del Ayuntamiento de Aguilar de Campoo, que también se ha dedicado a pontificar contra el proyecto de Cementos Alfa, cuando los propios aguilarenses mantienen en sus inmediaciones del Castillo un vertedero de basuras donde conceptos como reciclaje y gestión sostenible brillan por su ausencia. Algo penoso y triste para la imagen de Campoo y para la promoción turística. De modo que a esos responsables políticos también tengo que pedirles que se ocupen de arreglar lo suyo antes de querer vigilar lo nuestro, de lo cual ya nos ocupamos nosotros porque esa es nuestra obligación legal, moral y política.

Y hay otros varios responsables municipales que alegremente se apuntan al bombardeo porque, al fin y a la postre, eso puede dar votos y simpatías, y lo que ocurra en Valdeolea a ellos les trae sin cuidado, ya que no es su municipio. Esas posturas me parecen cómodas, demagógicas y una injerencia descarada en los asuntos de Valdeolea.

Es verdad que ha habido otras autoridades municipales, pocas por desgracia, que se han preocupado por informarse de verdad y por mantenerse en una posición de equilibrio, de recogida de información y de análisis cauto y serio de las cosas. Son la voz del sentido común dentro de una tónica en la que dejarse llevar por la corriente radical parece el deporte favorito de muchos alcaldes y concejales.

El proyecto de Cementos Alfa está en tramitación en la Consejería de Medio Ambiente de Cantabria. Actualmente se analizan todas las alegaciones y todas las características del proyecto de sustitución parcial de combustible. Nosotros, desde el Ayuntamiento, seguimos informándonos de todos los pormenores, de otras experiencias en Europa y España, de los documentos técnicos y científicos, etcétera. Pero es la autoridad ambiental quien tiene que decir si el proyecto es correcto y en qué condiciones.

Mientras llega el momento, algunos alcaldes y concejales de nuestro entorno harían muy bien en buscar soluciones a los problemas económicos y ambientales de sus propios municipios, problemas que no son pocos, y van desde la asistencia sanitaria a la contaminación del aire, pasando por la gestión de todo tipo de residuos, la decadencia demográfica, la deforestación, el relevo generacional en el sector agrario y el desaprovechamiento de muchos recursos naturales y culturales de sus ayuntamientos. Por lo nuestro ya velamos nosotros en el Ayuntamiento de Valdeolea, que es el principal interesado en la salud, el medio ambiente, el empleo y la economía de la localidad.